Pablo Núñez Meneses
Miembro de ANVAR
Antes de exponer la relación de monedas visigodas halladas en Galicia y de las monedas gallegas visigodas halladas fuera de esta región, conocedores de que algunos hallazgos aún permanecen inéditos y de que el publicarlos es trabajo por hacer, debemos tildar que ninguna moneda visigoda gallega ha sido encontrada en Galicia (sí monedas visigodas de otras zonas, que nos hablan de la circulación monetaria, siga o no un camino parejo a la economía del don o la economía del comercio1). Además, dichos hallazgos son mucho más escasos de lo que tradicionalmente se indica, ya que una cosa es Galicia y otra Gallaecia y, en este punto, son muchos más los del actual norte de Portugal que los de la actual Galicia, estando los hallazgos gallegos concentrados en el Sur de esta región (Ourense) y los portugueses en la zona de Chaves (tres ejemplares) y Guimaräes (dos ejemplares). Muchos descubrimientos son casuales y no siguen labores arqueológicas intencionadas, motivo que puede distorsionar la realidad de la circulación monetaria de esta época, parca en datos, como en todo el Alto Medievo (o Romanidad tardía) aunque menos que en lo relativo al mundo suevo. Numeraremos las piezas siguiendo el catálogo de Pliego2, cuya obra hasta día de hoy es la más completa a cerca de la moneda visigoda. Interesante síntesis también en Vico, Cores y Cores3 y esenciales búsquedas (alguna precursora) en: Heiss4, Beltrán5, Miles6, Gil Farrés7, Barral i Altet8 o Crussafont9, entre otros10.
GALICIA
Si tan sólo conocemos el hallazgo de una moneda sueva en la actual Galicia (Vilardevós, Ourense: ANVAR.es, julio de 2014, moneda número 25), para época visigoda sólo son dos los ejemplares a día de hoy registrados (aunque ninguna de ceca gallega), lo que nos permite concebir la dificultad de la reconstrucción del uso y función de la moneda en esta época:
1) Triente de Recaredo I, de ceca Eliberri, moneda hallada en San Cibrián de Lás, Ourense, ya conocida por Heiss11.
2) Triente de Egica de ceca Gerunda hallado en Ourense y conservado en la Real Academia de la Historia, de la misma tipología que el hallado en Guimaraes (ver infra)12.
Asombrosa es esta escaseza de moneda, más atendiendo a los numerosos topónimos gallegos citados en los trientes o trémises visigodos, siendo los lugares de la Gallaecia los más citados del regnum visigodo, con abrumadora diferencia. Ciertas comparaciones con otras regiones del reino resultan muy útiles, como también el atender al lugar donde se encuentran acuñaciones de origen gallego, que nos desvelan algunos cauces y direcciones de tránsito de la moneda, la visigoda, que está íntimamente relacionada con el poder (oligarquías privilegiadas) y el pago de favores (economía del don), aunque el lugar de acuñación (ceca) nada tiene que ver con el cauce que seguirá esa moneda en la circulación.
En lo que respecta a hallazgos de trientes de cecas gallegas en otras provincias de la Hispania goda, podemos señalar:
2a) Un raro Sisebuto de Incio hallado en el Castro de Tintinolho, cerca de Guarda en Portugal13.
2b) El más extraño si cabe Suintila de Pincia, aparecido en Doguen Oloron, y conservado en el Musée de la Villa de Pau14,
Continúan siendo escasas las referencias y el acudir a los grandes tesoros de esta época, a su contenido, termina por ser una decisión más fructífera, conociéndose el paradero de diversas monedas de origen gallego en lugares muy lejanos:
Así, por ejemplo, el tesoro de La Grassa (Constantí, Tarragona, 1816) contenía, de sus 800 piezas (de las cuales sólo 136 pudieron ser estudiadas, por Pliego15, estando el resto en paradero desconocido salvo las 22 que se encuentran localizadas gracias a que se conservan en la colección de la Real Academia de la Historia), las siguientes de ceca gallega:
2c) Triente de Chindasvinto de ceca Aurense
2d) Triente de Suintila de ceca Luco
2e) Triente de Witerico de ceca Tude
2f) Triente de Chindasvinto de ceca Petra, (¿localización gallega?)16.
2g) Triente de Chindasvinto de ceca Fraucello (¿Ourense, límite con León?).
2h) 4 trientes de Luco de Chindasvinto, uno de la RAH46, otros 3 de la colección Vidal Quadras.
2i) Triente de Chindasvinto de ceca Tude.
2j´) Las cecas de Laetera, Laurencio y Ventosa no son asignables a Galicia (no hablamos de la Gallaecia), y las de Calapa y Toriviana sólo con dudas, así lo exponemos en nuestra Tesis doctoral.
En cuanto al tesoro de La Capilla (Carmona, Sevilla, 1891), contenía, de ceca gallega17:
2k) Triente de Suintila de ceca Luco
2l) Triente de Sisebuto de ceca Tude
2m) Dos trientes de Suintila de ceca Aliobrio (Aliobrigiaecinos, etnia limítrofe con Gigurros y Susarros, como demuestra la Tábula del Bierzo y hace notar Alfödy18).
2n) Triente de Witerico y otro de Suintila, ambos de Fraucello (¿Ourense?).
2n-b) Triente de Sisenando de Toriviana, y triente de Calapa de Suintila, como hemos dicho, asignables a Galicia con serias dudas.
Otros catorce talleres de la Gallaecia estaban representados, pero no de Galicia. Entre ellos, recordamos que Bergancia, lugar sufragáneo de Braga según el Parroquiale19, en ningún caso pertecene a ceca gallega.
La presencia de moneda de Gallaecia en los tesoros de los últimos tiempos del reino visigodo es testimonial, lo que podría mostrar un panorama distorsionado sobre la producción monetaria de esta provincia en esa época. Así el tesoro del Abusejo20 (Salamanca) presenta solo tres ejemplares:
2ñ) Triente de Witiza de Luco
2o) Posible triente de Egica y Witiza de Luco
2p) Triente de Egica de Tude
El tesorillo de Burdeos21, contenía una sola moneda gallega, en este caso un triente de Recaredo I de:
2o) Pincia (Ourense), acuñada por Recaredo I, tratándose de una de las monedas más antiguas del conjunto.
En cuanto al tesoro de Fuentes de Andalucía22 (Sevilla), de época de Suintila (621-631), constituido por unas 4.000 monedas, aunque escasamente estudiado debido a que la mayor parte de las monedas desaparecieron, ningún ejemplar de los estudiados por Walker en 198623 y por Marques, Cabral & Marinho en 199524 (tan sólo 44 monedas registradas) es gallego, sí uno de Bracara.
El hallazgo aislado de Ponferrada25 no cuenta si consideramos su ejemplar de Recaredo I, de ceca Petra, como foráneo de la actual Galicia (quizás la misma moneda que la del Museo de la Casa de la Moneda de Madrid26.
Lo mismo para el hallazgo de Braga de la ceca de Panonias, en ningún caso gallega, de Witerico (ver infra).
CONCLUSIONES
A la vista está que el gran hándicap para el análisis de la circulación monetaria de estas calendas en Galicia se encuentra en los escasos hallazgos registrados (ninguno fruto de labores arqueológicas y por ello descontextualizados), siendo el recurrir al coleccionismo, como siempre, ya no un grave peligro a considerar, sino que las colecciones antiguas de moneda gallega de esta época son totalmente desconocidas y, por lo tanto, de ninguna ayuda27.
De esta forma, para analizar e interpretar el uso de la moneda en Galicia en estos siglos y los contactos entre el poder central visigodo y las oligarquías locales, es de suma importancia el resaltar el papel de las cecas visigodas, lugares importantes ya sea porque tradicionalmente fueron núcleos administrativos y estructuradores de amplios espacios desde los albores del tiempo -no sólo desde época romana- (Lugo, Ourense), ya por serlo desde época sueva (Tui), o por su importancia estratégica o económica (el mineral en O Incio, por ejemplo). Es así el porqué las grandes cecas visigodas (y gallegas de este momento) son o las grandes ciudades visigodas o aquellos lugares que tienen especial importancia para el poder visigodo, zonas con las que se crea una especial relación, aún siendo núcleos insignificantes, por algún motivo, incluso convirtiéndolas en ceca visigoda (la monetaria visigoda así da fe de ello).
Estos hechos están relacionados con la economía del don, función en la cual se inserta la moneda visigoda, sobre todo con Pliego, una moneda de alto valor que escasamente pudo ser útil para las transacciones medias, menos aún para las diarias28. Sí fue eficaz en el pago de favores, servicios, sin ser óbice para que resultasen muy útiles para transacciones comerciales de cierta entidad o que alguna cayese en manos del fisco, aunque la redistribución deseada por la monarquía visigoda a duras penas se cumplió, es decir, la moneda no vuelve al Estado en la medida deseada por el soberano29.
Los escasos hallazgos sueltos pudieren reforzar la idea de la economía del don, ya que (es arriesgado decirlo), si la moneda visigoda tuvo un pequeño papel en el comercio y sabiendo que en otras épocas es el comercio el que mejor agiliza el tránsito de la moneda, no debemos pensar que aún permanezcan en el subsuelo miles de hallazgos inéditos (así, por ejemplo, la moneda romana tuvo, en sus series más viles y medias, un tremendo impacto en el comercio -era creada para el comercio y el fisco-, de ahí los miles de hallazgos de moneda romana en Galicia). En cuanto a los grandes tesoros visigodos (y de seguro hubo más y no se registraron, y quedán aún más en el subsuelo), tesaurización hubo desde que hay moneda (siempre), y es de suponer que se concentraron en manos de acaudalados, nobles, próximos o con alguna relación a diferentes núcleos de poder.
Por otro lado, tenemos el problema de los hallazgos no dados a conocer y que quedaron en el olvido, como nos consta que hubo en el Sur de Galicia (al menos dos en Ourense, separados, uno al parecer moneda sueva), cuyo valor sería mucho mayor como testigo histórico que como intrínseco o de coleccionismo. Todos estos inconvenientes dificultan la reconstrucción de la historia del uso de la moneda en esta época y la recurrencia a los topónimos como justificante de circulación carece de fundamento, ya que una cosa es el lugar de origen de las monedas y otra dónde se les dio uso. No obstante sirven, y mucho, para visualizar el tejido de relaciones que ha existido en época visigoda entre la monarquía-Estado y las diferentes élites locales, que fueron, como demuestran los grandes estudios al respecto, intermediarios entre la familia real y la ciudadanía, quizás causa de la ineficacia de la recaudación de tributos.
Ante los datos expuestos podríamos prejuzgar que fue escasa la circulación de moneda en la Galicia visigoda (tanto de lo mismo en época sueva), ya que Gallaecia representa sólo el 21% de los hallazgos registrados (incluyendo tesorillos, que representarían ya un 19% -Galicia una proporción inferior-), estando el resto de ejemplares conocidos en colecciones públicas y privadas. Contrasta este hecho con la multitud de cecas de Gallaecia (Galicia no es una excepción), que debieron tener una producción escasa (estamos con Pliego en que el cuño no tuvo porque acuñar hasta agotar su vida útil), atendiendo a la rareza de muchos ejemplares visigodos originarios del NO. No obstante son escasos los hallazgos como escasas las prospecciones sobre el Alto Medievo, hecho que hace menguar, seguro, el caudal de conocimienos sobre el mismo e impide que nuestra redacción sea más completa.
APÉNDICE: Hallazgos del resto de GALLAECIA
a) Triente de Recaredo I, de ceca Tirasona, hallado en Catro de Esturaos, Chaves30.
b) Triente de Witerico de ceca Panonias, hallado en Braga.
c) Triente de Witerico, de ceca Rodas, encontrado en los alrededores de Chaves, ex coleccion Pinto Magalhäes, hoy en la Fundaçao Millenium de Oporto31.
d) Triente de Sisebuto de ceca Emerita hallado en Vila Real, conservado en la misma ciudad (Pliego 286)32.
e) Triente de Wamba de ceca Toledo aparecido en Paredes de Coura (Minho-Lima), hoy en paradero desconocido (Pliego 617 a.6).
f) Triente de Egica de ceca Gerunda hallado en Guimaräes y conservado en el Museu Nacional de Arqueología de Lisboa (Pliego 668 b.s, 5).
g) Triente de Egica de ceca Emerita hallado en Chaves (Guedes 2008-2009).
h) Triente de Egica y Witiza de ceca Toleto hallado también en Guimaräes, conservado en el Fitzwilliam Museum de Cambridge (Pliego 727 bb)33.
i) Raro Sisebuto de Incio hallado en el Castro de Tintinolho, cerca de Guarda en Portugal34.
j) Witiza de Bracara encontrado en Skane, Suiza35.
Ejemplares de los grandes tesoros no incluidos (alguno ya citado supra).
1 Sobre la función de la moneda visigoda dentro de la economía de regalo, véase PLIEGO VÁZQUEZ, R: La moneda visigoda. Tomo I. Sevilla. 2009. Págs. 215-230.
2 PLIEGO VÁZQUEZ, R: La moneda… Op. cit. Tomo I y II.
3 VICO, J; CORES, Ma.C. y CORES, G: Corpus nummorum visigothorum. Ca. 575-714. Leovigildus-Achila. Madrid. 2006.
4 HEISS, A: Description générale des monnaies des rois wisigoths d´Espagne. París. 1872.
5 BELTRÁN VILLAGRASA, P: Las monedas visigodas acuñadas en la Suevia española (Diócesis de Iria, Lucus, Aurense, Tude y Asturia), en: Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Orense 101. 1915. Del mismo autor: Rectificaciones y falsificaciones en las monedas visigodas, en: Crónica del III Congreso Arqueológico del Sudeste Español. Cartagena. 1948=1972.
6 MILES, G. C: The coinage of the Visigoths of Spain. Leovigild to Achila II. New York.1952.
7 GIL FARRÉS, O: Algunos aspectos de la numismática visigoda. Consideraciones acerca del ‘tipo tercero’ de Leovigildo, en Numisma 17. 1955. Págs. 25-61.
8 BARRAL I ALTET, X: La circulation des monnaies suèves et visigotiques. Contribution à l’histoire économique du royaume visigot. München- Zürich (Artemis). 1976
9 CRUSAFONT I SABATER, M: ¿Un numerario visigodo de cobre? en: Gaceta Numismática 74-75. 1984; Del mismo autor: El sistema monetario visigodo, cobre y oro. Barcelona. 1994; Nuevos datos sobre los cobres visigodos, en: Actas del IV Congresso Nacional de Numismática. Lisboa. 1998.
10 MATEU Y LLOPIS, BOUZA BREY, GRIERSON, MARQUES, etc.
11 Heiss (nº 12), Pliego nº 101.e.2.
12 Pliego nº 668 b.2, 5.
13 Pliego nº 309.
14 Pliego nº 424. (fig. 7)
15 PLIEGO VÁZQUEZ, R: La moneda visigoda... Op.cit.
16 Según nuestra opinión, existen escasos datos para asignar la ceca de Petra a cualquiera de las Piedrafitas, o aún a Piedrahita, no distinguiendo en esta serie una tipología tan claramente cercana al grupo Bergido. Por ello su asignación a un lugar concreto es muy difícil (la documentación del periodo parece ayudar poco) y, queremos recordar aquí, que Piedrafita do Cebreiro fue puerta de entrada tradicional a Galicia y por ello desde antiguo un lugar de importancia. Más al respecto en nuestra Tesis doctoral.
17 BARRAL I ALTET, X: La circulations des… Op.cit. y PLIEGO VÁZQUEZ, R: La moneda… Op.cit. Págs. 234-241. En cuanto a este antiguo tesoro, La Hispanic Society of America conservaba unos 770 ejemplares (incluido uno de los tres conocidos del rebelde Iudila) hasta la venta de su colección (se dice que los trientes y otras monedas regresaron a esta institución, ya que no llegaron a subastarse). También ha sido posible identificar algunas monedas en otras colecciones como en el Gabinet Numismátic de Catalunya (Barcelona), el Instituto de Valencia de Don Juan (Madrid), el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla y la Hermandad de Santa María de Gracia de Carmona, además de en algunas colecciones privadas de formación antigua, habiéndose llegado a registrar unas 931 piezas, como indica Pliego en su obra.
18 ALFÖDY, G: Das neue Edikt des Augustus aus El Bierzo in Hispanien, en: Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik 131. 2000. Págs. 177-205.
19Documento indispensable para la reconstrucción de este periodo (y del suevo), redactado en la segunda mitad del siglo VI y que recoge la organización de la Iglesia sueva. El preámbulo comienza con una epístola dirigida por el rey Teodomiro a los obispos reunidos en el Concilio de Lugo del 569. Cita sobre 120 núcleos poblacionales, entre parroquias y pagi. Su lectura en: DAVID, P: Etudes historiques sur la Galice et le Portugal du VI au XII siècle. Coimbra. 1947. También en: RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, M; GONZÁLEZ MURADO, O: Ventura Cañizares Rey: Colección diplomática. 569-1463. Lugo. 2012.
20 MATEU 1933, MATEU 1974, BARRAL 1976; PLIEGO 2009,
21GENTILHOME 1936, BARRAL 1976 y PLIEGO 2009.
22 PLIEGO VÁZQUEZ, R: La moneda… Op.cit. Págs. 255-256.
23WALKER 1986; MARQUES et alii 1995; PLIEGO 2009.
24MARQUES, M. G; CABRAL, J. M. P; MARINHO, J. R: Ensaios sobre Historia Monetaria da Monarquia Visigoda. Porto. 1995.
25 BARRAL I ALTET, X: La circulations des… Op.cit. Pág. 75. También: Un tremissis de Recared encuyat a Petra, en: Acta Numismàtica 5. Págs. 47-48. 234-241.
26 Pliego nº 143.
27El recurrir al coleccionismo para analizar la circulación monetaria no es científico, pero en ocasiones, ante los nulos o escasos datos, complementariamente necesario. Sin embargo, colecciones gallegas antiguas de moneda visigoda nos son desconodidas, como también donaciones a museos u otras instituciones gallegas (la moneda visigoda tiene escasa presencia, o nula, en este tipo de instituciones en Galicia, al igual que la moneda sueva, ésta última difícil de distinguir en ocasiones). No ocurre, por ejemplo, como con las monedas romanas de la caetra custodiadas en los museos gallegos, muchas donadas tiempo atrás, algunas con dicha referencia perdida, de las que se supone tuvieron origen gallego (algo similar con la colección Blanco Cicerón). Ninguna donación o colección gallega antigua (ni pequeña) conocemos al este respecto sobre moneda visigoda.
28Nosotros siempre realizamos la comparativa, atendiendo a la documentación gallega poco posterior (pero también del NO) que habla del sólido (gallecano, etc) con el que se paga un buey (de media) e incluso libros y haciendas (es un valor contable, en general), y que habla del tremis o triente con el que se paga un cerdo (de media), resulta, aunque conocedores de que el precio de la vida ha sido muy variante en la Historia, que en todos los casos es muy alto valor (más antaño) como para usarse en el pequeño comercio, incluso mediano.
29 PLIEGO 2009, Págs. 219 y ss.
30 CORTEZ, F., RUSELL: Panóias, cividade dos lapiteas. Subsídios para o estudo dos cultos orientais e da vida provincial romana na regiao do Douro, Anais do Instituto do Vinho do Porto. Porto. 1947.
31 Pliego nº 177.
32 Pliego nº 286 g.3.
33 Pliego nº 727 bb.
34 Pliego nº 309.
35 Pliego nº 792.1.